Leña para la calefacción
Leña para la calefacción – El combustible más popular y evocador
De entre todos los combustibles sólidos que se utilizan en los hogares para la calefacción, la madera resulta ser, con mucha diferencia, el más popular. Una de las grandes ventajas que nos proporciona es que, al no necesitar de la electricidad para su funcionamiento, las estufas y las chimeneas de leña pueden seguir trabajando con autonomía en caso de que, por las inclemencias del tiempo o cualquier otro motivo, se produzca un corte de electricidad.
Por otro lado, algunos sectores esgrimen que la leña constituye una fuente de contaminación, por lo que se le atribuye una mala reputación. Pero teniendo en cuenta que los avances técnicos tanto las estufas y las chimeneas, han conseguido que, cada vez sean más eficientes y limpias, satisfaciendo las normas medioambientales más rigurosas.
Con respecto a la leña, un factor clave en su óptimo rendimiento como combustible para la calefacción, está en su manipulación, elemento este que nos permitirá obtener el mejor rendimiento de nuestro aparato.
La elección de la leña, el momento de su compra, las condiciones de almacenamiento en casa y la manipulación, inciden sobre el rendimiento óptimo de la misma y, por ende, en el de nuestra estufa o chimenea.
Todas las fibras de madera, sea cual sea su tipo, tienen aproximadamente el mismo potencial energético, ahora bien, hemos de tener en cuenta que existen maderas que son más densas que otras, es decir, que contienen mayor cantidad de fibras por volumen. Es por esto que la madera dura, al resultar más densa, es más pesada que la madera blanda, menos densa. Este es el motivo por el cual, a un mismo volumen, hay madera que al quemarse, aportan más energías que otras.
Leña para la calefacción – Su manipulación
La manipulación de la leña para calefacción resulta crucial para obtener leña de calidad y no puede ser obviada, es por ello que se debe prestar atención a los siguientes puntos:
- El corte de la madera.
- El almacenado de la leña.
- El secado de la leña.
Estos puntos son importantes, ya que para conseguir una combustión eficaz, que genere la mayor cantidad de calor posible, la madera debe de tener la cantidad de humedad correcta, ya que: Una madera demasiado húmeda, se quemará con dificultad y producirá poco calor, por el contrario, una madera demasiado seca, se quemará muy deprisa, con lo que se perderá una gran parte de su energía.
Con respecto a la manipulación de la leña, será un tema que trataremos en siguientes posts.
Recuerda que tanto para ayudarte a decidir entre la mejor opción de calefacción, facilitarte la mejor estufa o chimenea y para dejártela perfectamente instalada en tu casa, de acuerdo a tus necesidades, nos tienes en info@todochimeneas.com, estaremos encantados de ayudarte a que el frío no se instale en tu casa.
Por: Pablo R. Zanardi – http://www.todochimeneas.com
Fuente: http://www.todochimeneas.com – http://cbmq.com