Como quemar leña en una chimenea

Una chimenea provee de calor y agrega alegría e incluso romance a un cuarto. Obtener un buen fuego tan sólo requiere buenos materiales de encendido y un poco de paciencia. Ya sea que quieras combatir el frío de una mañana invernal o crear el ambiente para una noche romántica, si colocas el fuego adecuadamente, no tendrás problemas para encender la leña.

Nivel de dificultad:Moderada

Necesitarás: Leña menuda, Leña cortada, Cerillos o encendedor de butano

Instrucciones:

1. Abre el apagador. Encuentra el apagador cerca de la chimenea y gira o rota la palanca hasta que esté totalmente abierto. El apagador controla la entrada de aire al fuego. Si no has usado la chimenea por mucho tiempo, quizás hayas cerrado el apagador para evitar que el calor salga de la casa. Para encender el fuego, deberás abrir el apagador completamente.
2. Apila leña menuda sobre el centro de la chimenea. Elije varitas pequeñas y secas, astillas de madera e incluso agujas de pino. Coloca dos manojos de este material en el piso de la chimenea.
3. Ordena leños grandes sobre la leña menuda. Puedes ordenarlos en un patrón piramidal, o, si la chimenea está equipada con una canasta de metal o morillos, ordena los leños sobre la leña menuda en la canasta o encima de los morillo. Elige leños cortados que estén secos y curados. Coloca el lado sin corteza sobre la leña menuda. Usa al menos tres leños, apilados con espacio entre ellos.
4. Enciende la leña menuda con un cerillo o un encendedor de butano. Mantén la llama sobre la leña hasta que se encienda. Conforme se quema la leña menuda, deberá ir incendiando los leños grandes.

Fuente: http://www.ehowenespanol.com

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Tendencias de decoración otoñal : El otoño ya está aquí. Las temperaturas han bajado sensiblemente en las últimas semanas, ha llovido con fuerza, hemos cambiado la hora y los días son más cortos; y de una forma u otra todos pasamos más tiempo en casa que en los meses de primavera o verano. El hecho de que disfrutemos de menos horas de luz solar se refleja en la iluminación de nuestro hogar, y por eso la decoración cobra un papel importante. Igual que las bermudas y las camisetas de manga corta se han ido al fondo del armario, de donde hemos rescatado la ropa de abrigo, podemos aprovechar las horas que pasamos en casa para cambiarle un poco la cara.

Entre las tendencias decorativas para este otoño destaca la presencia de colores cálidos. La palma se la lleva el tangerine tango, un color naranja rojizo que transmite energía y calidez y que además ha sido elegido Color del Año 2012 por Pantone, una de las empresas más importantes del mundo en cuanto a definición de colores. El tangerine tango también estimula la creatividad, por lo que podemos utilizarlo para pintar o empapelar las paredes del lugar donde trabajemos en casa o donde estudien los niños.

Otros colores que se llevan estos meses son los marrones y mostazas, a juego con las hojas de los árboles, los verdes y los azules, ideales para añadir un punto de elegancia y modernidad a una estancia o un mueble. También el morado se está consolidando; mientras que dorados, plateados y bronces no tienen la relevancia de la que han gozado en años anteriores.

Para solucionar la falta de luminosidad causada por la disminución de horas de sol, el uso de espejos y cristales en el interior del hogar tiene cada vez más adeptos. Su uso no solo nos proporciona más luz, sino que también contribuye a dar la sensación de que tenemos más espacio.

Los muebles vintage llevan tiempo en el escaparate, y este otoño tampoco podía faltar en las principales líneas decorativas. Una opción más que interesante es combinarlos con elementos como cortinas, manteles o almohadas estampados con textiles. Materiales como la seda, el algodón, el fieltro o la lana se pueden utilizar como base para estampar esas hojas que caen con las que todos identificamos los meses de otoño. También podemos probar de estampar alguna pared con estos motivos otoñales.

Aunque el frío y la oscuridad nos hagan pasar más horas dentro de casa, no podemos olvidar los cuidados que merecen plantas y jardines. Si tenemos plantas de interior, hay que acercarlas a las ventanas para que puedan aprovechar el máximo de luz posible y se mantengan fuertes. En el exterior, aunque los árboles pierdan las hojas y el jardín pierda parte del brillo que tenía desde la primavera no podemos abandonarlo. En esta época hay que podar los árboles y arbustos, eliminando las ramas secas y dándoles una forma y dimensiones acordes con su tamaño. También es el momento de resguardar las plantas que puedan sufrir más ante las inclemencias meteorológicas trasplantándolas a un lugar más resguardado.

Fuente: http://www.libertaddigital.com

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