Aspectos a tener en cuenta para instalar una estufa de leña
Lo primero que se recomienda es comprobar el conducto de humos. En caso de que aún no dispongas de conducto, debes comprobar si es viable que puedas instalar el que requiera la estufa de leña en cuestión. También es muy importante que la habitación donde se instale tenga una buena ventilación, ya que la combustión de la madera consume oxígeno.
Otro aspecto que no puedes perder de vista es el espacio del que dispones, teniendo en cuenta que debes respetar unas distancias mínimas de seguridad con otros elementos, que suelen estar indicadas por el fabricante o distribuidor. Se recomienda guardar alrededor una distancia de 1,2 m. Debes prestar especial atención a objetos tales como alfombras, cortinas y muebles de madera o plástico.
Así, el tamaño de la estufa dependerá de estas dos cuestiones, siendo fundamental que no sea demasiado pequeña ni demasiado grande para poder disfrutar de ella y que cumpla óptimamente su función. Debido a la alta potencia calórica de las estufas de leña no se recomienda su instalación en habitaciones pequeñas.
Para asegurarte un correcto funcionamiento de la estufa de leña también es importante que sigas las indicaciones del fabricante en cuanto al tipo y tamaño de leña que debes utilizar. Nunca debes usar maderas tratadas, como las barnizadas o de aglomerado, por ejemplo. Tampoco puedes quemar plásticos ni otros desechos domésticos, pues resultaría altamente contaminante y ensuciaría tanto la estufa como los conductos. Lo recomendable es usar por ejemplo leña de algún árbol frutal, como el olivo.
Para apagarla deberás dejar de echarle leña un rato antes y esperar a que el fuego se extinga pues si intentas apagarlo cerrando las entradas de aire se producirán gases nocivos. No olvides vigilar regularmente el fuego mientras que la estufa de leña permanezca encendida.
Mantenimiento de la estufa de leña
En cuanto a su mantenimiento, una limpieza regular asegurará la vida del aparato. Al empezar la temporada es necesario que limpies el tubo de posibles restos de hollín que se hayan acumulado en el conducto de salida para poder evitar que salgan ardiendo. Es recomendable que limpies el exterior con un paño seco, nunca con productos que puedan resultar abrasivos. Además, debes retirar cada cierto tiempo la ceniza de su interior y periódicamente hacerle una revisión de la mano de algún profesional cualificado. Cuando acabe la temporada puedes tapar el conducto con una bola de papel y limpiar en profundidad su interior.
A modo de conclusión, recuerda que una estufa de leña debe cumplir con unos estándares y requisitos mínimos que garanticen un correcto funcionamiento, seguridad para tu familia y respeto por el medioambiente.
Fuente: http://noticiasdehogar.es/como-montar-tu-estufa-de-lena/
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