Ahora que el frío empieza a apretar, es el momento en el que en muchos hogares se vuelve a hacer uso de la chimenea o la estufa de leña.
Los más previsores tendrán un buen montón de leña preparada para ir alimentando día tras día la caldera, pero si nos ha cogido el frío por sorpresa o simplemente queremos reducir nuestro consumo de leña, hay una opción ecológica que permite darle otra vida a los periódicos viejos: fabricar troncos de papel.
Aunque el papel sea un material reciclable, hay que tener en cuenta que para su reutilización es necesario un proceso en el que se emplea gran cantidad de energía y productos blanqueadores que en ocasiones son tóxicos. Además, los troncos de papel no emiten humos, no dejan restos de hollín en los conductos de la estufa o de la chimenea y su poder calorífico, aunque menor, es similar al de la madera.
Proceso de fabricación de los troncos de papel
En el mercado se comercializan prensas especiales para elaborar leños de papel a partir de periódicos, pero hay un modo más económico y artesanal en el que sólo precisaremos una barra cilíndrica que bien podría ser el palo de una escoba.
- Lo primero que tenemos que hacer es seleccionar los periódicos que vamos a utilizar, introducirlos en un recipiente con agua y dejar que se empapen durante aproximadamente una hora.
- A continuación, sacaremos el periódico del agua, separaremos las hojas y las colocaremos ligeramente solapadas unas sobre otras encima de algún tipo de tela que permita absorver el excedente de agua.
- Pasado un tiempo empezaremos a enrollar las hojas alrededor del cilindro que hayamos escogido. Es importante que las hojas queden bien prensadas, ya que cuanto más compactadas estén, mejor resultado nos darán.
- Cuando alcance el diámetro deseado (entre 7 y 10 cm.), ataremos con un cordel los extremos y la parte central, dejando algo más de cinco centímetros entre cada atadura. Una vez esté atado el tronco, lo volveremos a sumergir en agua para que empape bien.
- Finalmente, retiraremos el tronco del agua y lo dejaremos secar varios días al sol o en algún lugar caliente, como por ejemplo al lado de la estufa o la chimenea, hasta que quede completamente seco.
Tras seguir este proceso, habremos conseguido fabricar un producto similar a un tronco normal. También podremos hacer otros de menor tamaño para favorecer el encendido del fuego.
Fuente: http://www.ecogestos.com
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